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EL TEMPLO DE LA RESURRECCION
(El Puente, abril 1976)

 

 

En el Cercano Oriente, brillando en los éteres pulsantes sobre la Tierra Santa, se encuentra ubicado el Templo de la Resurrección, cuya Llama Inmortal de la Restauración y Resurrección está guardada y protegida por los Maestros Ascendidos, Jesús y Su Madre, María. (1)

La Llama de la Resurrección es la Esperanza de la Redención de la raza humana entera, mediante la cual la sustancia contaminada, distorsionada y en desintegración que ha sido generada por el pensamiento y sentimiento humanos e impuestas sobre la Energía pura de Dios, puede purificarse, transmutarse y ser restaurada a su estado natural, la Naturaleza perfecta de Dios.

La Acción de la Llama de la Resurrección es la de acelerar la acción vibratoria de la Luz de la Vida dentro de las células del cuerpo, haciendo capaz a la Luz Interna para quitar la apariencia de la limitación y dar a conocer “la Gloria que tuvo con el Padre antes de que el mundo fuera”. La sustancia de la Llama de la Resurrección fluye a través de los cuerpos internos de aquellos quienes la invitan, así como también a través de la misma estructura de la carne.

Esta acción vibratoria de la Llama de la Resurrección es controlada por aquellos Hermanos y Hermanas que viven dentro del Templo de la Resurrección y dirigen esa Llama a través de los cuerpos físico, mental, etérico y emocional de los neófitos en respuesta a sus invocaciones individuales, debido a Su tremendo Poder para ser liberado a través de ellos y otros a su llamada.

El Templo de la Resurrección es de diseño circular. Los Patios, como grandes corredores cilíndricos rodean el Salón Central de la Llama donde se encuentra focalizado el Corazón del Fuego Sagrado de la Resurrección.

El grado de Maestría y Luz logrado por cada Hermano y Hermana que pertenece a este Templo determina a qué distancia ellos pueden acercarse al Santuario Central, el Santo de los Santos, debido a que el Poder de esta Llama es tal que solamente Seres Ascendidos pueden pararse ante Su Presencia. Sin embargo, muchos chelas ocupan las Cámaras externas, y gradualmente, a través de la proximidad y a través de la aplicación individual, se preparan para acercarse más y más al Corazón Central donde la Llama mora y se encuentra focalizada.

La Llama de la Resurrección fue inicialmente atraída dentro de la atmósfera del Planeta Tierra por el Gran Krishna, quien, al ver las sombras del pensamiento y sentimiento humano tomando forma en la conciencia del hombre, supo que el fruto de esa semilla sería la enfermedad, también la desintegración y la descomposición, y supo adicionalmente que habría que suministrar algún medio de restauración a estos Hijos de Dios caídos quienes tendrían que ser provistos para que en el caso de que deseasen regresar a su Estado Divino natural, ellos pudieran hacerlo.

Cuando un gran Ser solicita del Corazón de la Creación el privilegio y el honor de representar alguna Cualidad Divina con Su Vida Inteligente individual, El tiene que tomar un voto de quedarse como la Presencia Guardiana de esa Llama, renunciando a Su Liberación y a la Libertad del gozo de los Reinos Superiores hasta que algún Espíritu Voluntario de la raza a la que El sirve escoja relevarlo de Su Deber y se convierta en esa Presencia Guardiana en su lugar y sitio. Así que, los grandes Seres no solicitan a la ligera el exilio voluntario de la Paz de la Gloria Celestial para guardar y sostener un Foco de Luz y una necesidad, especialmente cuando es por siglos incontables de tiempo; ningún aspirante de la raza solicita cabalmente la radiación benéfica de esa Gran Llama, o muestra un interés pasajero en Su Presencia y el Regalo que trae para liberar la Vida.

Sin embargo, a través de los siglos, los Grandes Maha Chohanes de cada Era han dispuesto del tremendo poder de la Llama de la Resurrección para traer el Reino de la Naturaleza a la nueva Vida en cada Estación de Primavera, y los Constructores de la Forma han utilizado los poderes de la Llama de la Resurrección en la creación de nuevos templos o cuerpos para las almas en evolución de la humanidad

En raras instancias, aquellos quienes han renunciado a la herencia de la muerte y la descomposición como el estado natural de la humanidad, fueron atraídos a la cercanía del Templo de la Resurrección y fueron enseñados cómo atraer esa Llama a través de sus cuerpos internos y su estructura carnal también, y estos Elegidos se convirtieron en los Hermanos y las Hermanas de la Resurrección.

Muchos de estos Devotos salieron y establecieron Focos de la Llama de la Resurrección en lugares remotos e inaccesibles. Los pocos buscadores de la raza con suficientes deseos por la Redención en sus corazones fueron atraídos a estos lugares santificados y, cuando perseveraron en el uso de esta Llama, encontraron que sus cuerpos eran restaurados, sus mentes iluminadas, y sus conciencias preparadas para ser Portadores de la Luz de ellos mismos. Estas personas fueron capaces de mantener la Vida en el cuerpo físico por siglos, y los récords de sus logros se encuentran en muchos de los archivos de las grandes Civilizaciones del pasado.

El Amado Maestro Jesús y Su Madre, María, solicitaron del Gran Padre de la Luz el privilegio y la oportunidad de relevar el anterior Espíritu Guardián de la Llama de la Resurrección, ofreciendo tomar Su lugar y quedarse como Su Guardián hasta que algunos otros Hijos e Hijas de la Tierra pudiesen encontrar dentro de la Luz de sus propios corazones el asumir este maravilloso servicio.

A fin de ser investido con el Poder y la Autoridad de guardar una Llama Cósmica, la Presencia de la cual es esencial para la redención y liberación de una evolución, el Ser Espiritual que hace la solicitud debe atraer esa Llama en Su plenitud a través de Sus propios Cuerpos. El Maestro Jesús ofreció prestar este servicio al cierre de Su Misión en Judea.

Con la ayuda del Maha Chohan anterior, el Amado Santo Aeolus, cuyo Servicio Cósmico e ímpetu están edificados dentro del Pleno Poder de la Llama de la Resurrección a través de los Reinos de la Naturaleza, Jesús fue capaz de demostrar el Poder dentro de esa Llama, restaurar la vida del cuerpo y el espíritu hacia la inmortalidad. Luego fue investido por la Ley Cósmica con el Poder y la Autoridad, junto con la Amada María, Su Madre, para guardar y sostener la Llama de la Resurrección desde dentro de este Templo hasta que la autoridad del Jerarca fue transferida al Arcángel Gabriel.(1)

Desde el Corazón del Templo donde el Fuego Blanco de la Llama de la Resurrección pulsa como un gran Lirio Blanco, los Angeles Devas y las Huestes de Querubines y Serafines de la Resurrección están absorbiendo constantemente Su Sustancia hacia dentro de Ellos Mismos, y luego salen afuera bajo la dirección de los Maestros quienes están encargados de la dirección de los Rayos de Luz.

Cada uno de los Corredores Circulares recibe de la Radiación de la Llama, misericordiosamente reducida para que Su Luz y Esencia puedan ser absorbidas y dirigidas por los Seres quienes sirven dentro de esa esfera de actividad. En cada Corredor un Maestro de Sabiduría instruye un grupo de estudiantes quienes están ocupados en el servicio de aprender cómo atraer esta Llama, para luego proyectarla hacia un objetivo dado, manteniendo el rayo de su atención como un canal y guía a lo largo del cual fluya la Luz a las iglesias, santuarios, hospitales, hogares y corazones humanos.

Uno de los Corredores está dedicado completamente a dirigir la Llama de la Resurrección hacia dentro del Reino Etérico y a través de los cuerpos etéricos de aquellos quienes la han pedido, a través de su propia Llama del Corazón, para la purificación de sus propios “récords” etéricos. Los Hermanos y las Hermanas que dirigen la Llama en Su Vibración Etérica son sensibles instantáneamente a las llamadas de los chelas conscientes para la disolución y la purificación de los “récords” etéricos en las naciones, continentes, viejos castillos y lugares donde grandes males e injusticias se han cometido contra la Vida.

En otro Salón Circular, los Hermanos y las Hermanas dirigen la Llama, con la asistencia del Maestro quien los guía y la cooperación voluntaria de la Hueste Angélica, dentro de los reinos astral y psíquico, prestando una tremenda asistencia disolviendo las acumulaciones de la masa de la discordia que se manifiesta como enfermedades de la mente y del cuerpo.

Desde este Salón, también, son dirigidos los Rayos en respuestas a las llamadas y oraciones por los llamados muertos, y el poder purificador de estos Rayos hace mucho para asistir a los espíritus atados a la tierra a elevarse hasta las Octavas de Luz y entrar en los Salones de la Escuela de esfuerzos Espirituales que les hará capaces de regresar en cuerpos de mayor pureza y luz, y así adelantar más rápidamente en el logro de su Plan Divino.

Desde otro de estos grandes Salones Circulares, los Hermanos y las Hermanas dirigen la Llama a través del vasto océano del Reino Emocional y a través de los Mundos del Deseo de aquellos quienes desean elevarse sobre las pasiones de los sentidos, sublimando la lujuria del ser externo y reemplazándola con “el anhelo y la sed de rectitud”.

Aún desde otro Salón, los Directores de los Rayos de Luz vierten la Llama dentro de la acción vibratoria de los cuerpos mentales de la raza y a través de la tremenda acumulación de los pensamientos formas que llenan la atmósfera, los cuales ellos mismos golpean a los cuerpos mentales de la gente, bloqueándoles así las direcciones Divinas del Ser Superior Individual.

En la parte externa del Patio del Templo se encuentran los Hermanos y Hermanas quienes dirigen la Llama a través de la estructura física de aquellos quienes desean cuerpos que absolutamente no recuerden enfermedad. Desde este Patio, también, las Devas de la Naturaleza y los Constructores de la Forma Elemental, bajo la dirección del Maha Chohan, supervisan la dirección de las corrientes rítmicas de la Llama de la Resurrección que fijan las estaciones de crecimiento y cosecha.

A medida que la Gran Hermandad Blanca participa libremente de los Regalos y las Bendiciones del Templo de la Resurrección, así como también comparta en su distribución, a medida que la humanidad de la Tierra sea invitada a convertirse en Huéspedes de los Amados Maestros quienes guardan y sostienen la Llama, hay una tremenda oportunidad para aquellos quienes se aprovechan de los Poderes de Restauración de la Llama mediante la apertura de sus cuerpos internos, así como también sus cuerpos físicos, al Poder Transmutador, Acelerador, Elevador, el cual es provisto por el Dios del Amor para aquellos quienes escogen aceptar Sus Bendiciones e incorporar Su Poder dentro de sus vidas y mundos individuales.

Como todos los talentos y virtudes, se puede invertir el uso del Poder de la Resurrección, El Hombre lo usa muchas veces en recordar memorias de naturaleza desagradable, y experiencias pasadas de hace mucho tiempo que deberían estar completamente perdonadas y olvidadas, causando así disgustos a sí mismo y a otros. En el Templo de la Resurrección, al hombre se le enseña a usar el Poder de la Resurrección solamente para traer a la vida el Plan Divino para él mismo y para aquellos que él tiene el privilegio de influir.

Entren al Templo de la Resurrección por lo menos una vez cada veinticuatro horas; báñense en Su Llama; practiquen el uso del Poder de la Resurrección que está dentro de su propia vida para restaurarles a la perfección del Ser que conocieron con el Padre antes que el mundo fuera. Esta es la invitación de la Hueste Ascendida a toda la humanidad durante esta Santa Estación de la Semana Santa. ACÉPTENLA. ÚSENLA. . . Sientan el Poder de la Resurrección de la Divinidad moverse a la acción, y luego permítanle fluir a través de sus vehículos internos, su cuerpo físico, su aura, y dentro del mundo que en el presente habitan. Así llegarán a ser un Templo Viviente de la Resurrección dentro de ustedes mismos.

Nota (1): Actualmente los Jerarcas del Templo de la Resurrección son el Arcángel Rafael y la Madre María.


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